Últimamente se habla del fracaso escolar de los jóvenes de nuestro país, poniendo como principal problema su comportamiento inapropiado y la falta de autoridad del profesor para la corrección de estos comportamientos, a lo cual se le está intentando dar solución con la instauración de una ley que convierta al profesor de nuevo en un “sheriff”, una figura de poder y de superioridad ante el alumno.
Pero la solución a este problema no pasa por dar más autoridad al profesor, si no hacer una serie de cambios en el sistema.
Estamos acostumbrados a un sistema Punitivo, en el cual, el alumno está sometido al aprendizaje de los conocimientos dictados por el profesor en el momento que crea oportuno, un sistema en el cual el profesor lleva el mando, y cualquier problema que sucede en la clase se resuelve mediante un castigo, tras el cual el alumno cree, en el mejor de los casos, que ha solventado su mala actuación, sin llegar en ningún momento a tener derecho a explicar el por qué de su acción ni a entender lo negativo de esta.
En mi opinión deberíamos de tomar un modelo más relacional o integrado, en el que el alumno tenga voz en ese proceso de aprendizaje y en el cual se mire mas por el aprendizaje de buenas maneras de comportamiento y de convivencia y no solo por el aprendizaje de conocimientos. En este sistema, el alumno aprende a resolver los problemas y todas las posibles situaciones a las que se enfrenta desde el consenso, utilizando el dialogo y el respeto como principal herramienta de interactuación, siendo esta herramienta también usada por el profesor en la relación con los alumnos para guiar a estos y enseñarles, no teniendo por tanto la necesidad de una ley que recalque su poder en las clases, pues con el uso de la conversación, el razonamiento y un tratamiento más personalizado a los alumnos; los problemas que pueda haber en clase pueden ser resueltos, como se demuestra en el colegio “O Pelouro”, en el cual, mediante la utilización de este sistema, niños que iban en la senda del fracaso escolar, han conseguido encauzar su camino y conseguir resultado excelentes.
Pero hay que destacar que toda esta solución anteriormente dicha, no funciona si no remamos todos en el mismo sentido, ya que el fracaso escolar no solo depende de los que sucede dentro de las escuelas, si no de los que sucede también fuera de ellas, ya que una mala educación por parte de los padres o una situación social inapropiada pueden también influir en un posible fracaso escolar, siendo necesario recalcar a toda la sociedad quela educación es tarea de todos, no solo de las escuelas.
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